INFRAESTRUCTURAS CULTURALES COMO PATRIMONIO
“Las improvisaciones son mejores cuando se las prepara.” W. Shakespeare.
Las infraestructuras culturales actúan como focos generadores de iniciativas y desarrollan sus funciones en un entorno urbano que es determinante.
El Centro Histórico suele ser un área socialmente deprimida, con economía marginal e informal, que se implanta sobre el tejido urbano y entre el sector comercial, heredero en parte de una estructura colectiva.
La cultura es uno de los elementos de desarrollo de la ciudad y, como tal, requiere de la interacción de agentes políticos, sociales y económicos que transformen las iniciativas culturales en proyectos de desarrollo integral.
El programa del Centro Histórico de Mazatlán y el esfuerzo realizado para el embellecimiento, saneamiento, alumbrado y adoquinamiento de las calles del centro histórico ha sido fundamental en el proyecto del Centro Cultural.
Se requiere una planificación general, cuyos planes directores tomen en cuenta desde las intervenciones urbanísticas hasta la creación de alianzas para proporcionar créditos blandos, a fin de modernizar los comercios y proporcionar una oferta de vivienda de calidad, que evite el despoblamiento del Centro Histórico a partir del cierre de los negocios, y además apoye a los vecinos cuyas casas deban conservar sus estilos y estructuras de acuerdo con la época y estilo correspondientes.
Las actuales infraestructuras culturales del centro histórico se encuentran en situación crítica ante la dificultad de que el público cautivo logre llegar a sus instalaciones, bloqueadas por ambulantes de día, montones de escombros y basura por las noches o, por derrames de agua y drenaje.
En el mundo actual, las políticas culturales marcan lineamientos que afectan ineludiblemente al desarrollo de la ciudad y de las sociedades que las habitan. Imitando a los mejores debiéramos empezar eligiendo un monumento histórico en estado crítico, la Casa del Marino por ejemplo, para recuperarlo e integrar la preservación del patrimonio y el desarrollo en una iniciativa de cooperación cultural.
Como no existen parámetros únicos de desarrollo asociados a la cultura ni modelos susceptibles de ser aplicados de modo exclusivo, las políticas culturales implementadas por la red de centros culturales de Latinoamérica, que tiene como una de sus prioridades la producción de jóvenes creadores en cada país, no parece prioritaria en México, aunque existen múltiples foros especialmente dedicados a ella.
Sin embargo, debe adquirir una mayor relevancia el fomento del intercambio cultural entre los diferentes Estados y regiones de México, en todos sus aspectos, y especialmente la contribución al programa de recuperación de los centros históricos.
Debemos considerar que un Centro Cultural es una infraestructura de amplio espectro, que se manifiesta como importante agente de desarrollo del Centro Histórico de la ciudad, que es un Espacio de agregación, significativo en la ubicación en una zona de la ciudad que despierta una reticencia obvia por parte de grandes sectores de la población, debido a la existencia marcada por los gustos de una educación diferente, la inseguridad, la falta de estacionamientos y baños públicos; también es un Espacio de socialización de libre y gratuito acceso para todos los públicos, sin reserva ni restricciones de admisión; es un Espacio de interacción, que debe ofrecer múltiples posibilidades para que el visitante interactúe, desde las instalaciones de artistas hasta computadoras, museos, bibliotecas, salas de lectura, etcétera; y un Espacio de interrelación visitado continuamente por sujetos que participan de la misma experiencia.
En una ciudad modelo con centro histórico y reserva territorial se encuentran el deporte y la educación, el turismo y la cultura, el disfrute del tiempo libre y las reuniones de negocios humanistas, científicos y tecnológicos, la democrática comodidad como rasgo esencial de las formas de vida, la natura, las artes, la cultura y la libertad para vivir en paz en sociedad, en una ordenada relación de desarrollo sustentable, controlado y continuo.
En esta nueva etapa de desarrollo regional y municipal debemos trabajar con mucho cuidado, partiendo de múltiples análisis de nuestra realidad económica y social actual, ya que muchas veces, “procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien”.
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