"CADA DíA TENDRíAMOS QUE SUFRIR UN ATENTADO"

Podría parecer un sinsentido que un rey deseara que atentasen contra él, más aun teniendo en cuenta que en algunas épocas estaba casi a la orden del día. Sin embargo, eso fue lo que deseó - quien sabe si con ironía o sin ella - Amadeo de Saboya, rey de España entre 1871 y 1873.

Amadeo era el segundo hijo de Víctor Manuel II, rey de Italia, y llegó a España para llenar el vacío de poder dejado por la fuga de Isabel II. Sin embargo, se encontró con un país dividido a causa de las disputas de poder entre los políticos y militares, y un pueblo que no lo quería y lo veía como un extranjero.

El 18 de julio de 1872, el rey y su esposa sufrieron un intento de asesinato cuando volvían a palacio tras su paseo en carroza: alguien les disparó, pero erró el tiro y mató a uno de los caballos. Al día siguiente, el monarca pasó por el mismo lugar en el que habían intentado matarle, lo cual impresionó a la gente, que lo vitoreó por primera y única vez. Fue entonces cuando Amadeo le dijo a su esposa: “Cada día tendríamos que sufrir un atentado para ver esto”.

Sin embargo, ese fue un episodio aislado que no sirvió para que el rey conservara sus pocos apoyos. En enero de 1873, cansado de la situación, decidió abdicar y volver a Italia.

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