EL COMODíN DE LA INFLACIóN

Los ricos también lloran, y la inflación pone en aprietos no sólo a la economía, si no a los poderosos. Lo grave es que la carestía puede ser decisiva en las elecciones presidenciales de noviembre, entre los eternos rivales Joe Biden y Donald Trump.

Todos padecemos por los costos, pero a Donald Trump le funcionó quejarse de la carestía. Pataleó hasta que un tribunal le rebajó a $174 millones, la fianza de casi medio millón de dólares que debía pagar en el juicio por supuesto fraude en la valoración de sus bienes; y además le dieron 10 días de plazo para pagarlos.

En cambio, para Biden el juego del dinero es más complicado, porque debe lidiar con la economía de la nación y la percepción generalizada de que la vida sigue cara y la inflación no baja.

Y es posible que esa sensación se incremente, tras el desplome del puente de Baltimore, por donde cruzar los camiones con productos importados como los autos.

Desde antes, hemos sentido los precios de la gasolina, casi como en los tiempos del 2022, cuando Biden tuvo que disculparse con un reportero de la cadena Fox al que en voz baja llamó “estúpido” por preguntarle si la inflación podía ser un lastre para la campaña de los Demócratas.

La palabrota le sonó mejor a Bill Clinton en 1992 cuando le ganó a George Bush padre, argumentando: “es la economía, estúpido” lo que preocupa a todos.

Jeremy Powell, presidente del banco de la Reserva Federal, FED, dijo en su pasada sesión que mantenía quietos los intereses, sin descartar movimientos de tasas en este año electoral. 

El ambicioso 2 por ciento como rango meta inflacionaria no se ve muy fácil para la FED. Ya reciente informe del gigante inmobiliario Fannie Mae pronosticaba tasas hipotecarias más caras en la compra de vivienda, este 2024.

Sin embargo, como comodín, si las tasas suben por la inflación, frenaría las ventas de casas o apartamentos, ante la disyuntiva por el costo del dinero, que también aprieta el bolsillo y la canasta familiar.

Es cierto, a la FED le toca apagar el entusiasmo del crédito subiendo las tasas pues la reciente encuesta del sitio debt.com confirma que los consumidores tratan de sobrevivir utilizando más la tarjeta de crédito, lo que pone en riesgo el futuro financiero del hogar.

Por eso creemos que la reelección de Biden  depende en mucho del éxito de la Fed. Si logra bajar la inflación sería la bandera de mostrar de su administración, pero si seguimos con el índice alcista, hará sentir “muy estúpidos” a los votantes frente a las urnas, especialmente si son votos de hispanos. 

Como autora, Sofía Villa escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision Inc. donde trabaja como Writer/Producer.

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