DESCUBRE LOS TRUCOS DE LOS PARRILLEROS MáS EXPERTOS

Las parrilladas o asados son tradicionales en nuestro país y se extienden de norte a sur a través de todas las regiones en casi que cualquier celebración a lo largo del año.

Aquí te compartimos un listado de recomendaciones que te serán de mucha utilidad en tus asados.

• Para que la carne alcance una temperatura ambiente, sácala del refrigerador 2 horas antes de asarla.

• Prepara el fuego con anticipación:

  Leña vs. Carbón: Cada uno aporta un sabor diferente. La leña suele dar un sabor más ahumado, mientras que el carbón proporciona un calor más intenso.

  Temperatura: La temperatura adecuada dependerá del corte de carne. Para carnes rojas, un fuego intenso al principio y luego más suave para cocinar en su interior.

• Antes de cada uso: Remueve restos de comida y grasa para evitar que se pegue la carne y altere el sabor.

  Cepillo de alambre: Ideal para eliminar residuos

• Sala únicamente los cortes que están protegidos por grasas: cortes gruesos se salan 3 horas antes, cortes sin grasa se salan después de haberse sellado.
• Pon la carne en la parrilla solo cuando tengas buena brasa. Hacerlo antes puede dejar un sabor desagradable en la carne.
• Paciencia. Evitar girar la carne constantemente. Dale tiempo para que se cocine bien en su interior.
• Usa una secadora de pelo para avivar el fuego. Es más efectivo que la tradicional tapa de olla o la bandeja donde vas a servir la comida.
• A los cortes que no tienen una superficie grasa, debes sellarlos con un golpe de calor fuerte durante 5 minutos por lado. No te pases de este tiempo o la carne se puede arrebatar.
• Calcula cada porción por invitado entre 170 y 220 g.
• Mejor cruda que cocida. Si no alcanzas el punto de cocción de la carne lo puedes arreglar, pero si te pasas no hay vuelta atrás.
• Reposar. Deja que la carne repose luego de retirarla de la parrilla. Los jugos se asentarán, se distribuirán del centro al borde del corte tendrás una carne más sabrosa y jugosa.
• Arma tu kit parrillero: paño para las manos, pinzas, un buen cuchillo afilado, tablas de cortar, una mesa de apoyo y por supuesto sal.

¡Recuerda! La práctica hace al maestro. ¡Disfruta del proceso y comparte tus creaciones con amigos y familiares!

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