Los huevos tontos, un clásico de la cocina casera, demandan ingredientes de primera. Los huevos, el corazón de esta receta, deben ser frescos y de yema bien anaranjada para garantizar un sabor intenso. El pan, preferiblemente duro o asentado, aporta una textura única y una miga que absorbe a la perfección los sabores. La leche, entera o semidesnatada, según tu gusto, aporta cremosidad a la masa. Y por supuesto, un buen chorro de aceite, caliente y abundante, es el secreto para lograr unos huevos tontos dorados por fuera y tiernos por dentro. Un consejo: elige un aceite de oliva virgen extra para un toque de sabor extra.
El origen exacto de los huevos tontos es un misterio, pero se cree que surgieron como una forma de aprovechar los huevos cocidos sobrantes de otras preparaciones. Su nombre podría hacer referencia a la apariencia un poco "tonta" o sencilla del plato, o quizás a la idea de que son tan fáciles de preparar que hasta un "tonto" podría hacerlo.
Los huevos son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, vitaminas (como A, D, E y B12) y minerales (como hierro y selenio). La mayonesa, por su parte, aporta grasas saludables y un sabor cremoso. Al combinar ambos ingredientes, obtenemos un plato nutritivo y saciante que puede formar parte de una dieta equilibrada.
Pan duro (300 g)
Leche (300 ml)
2 huevos
2 dientes de ajo
Perejil fresco
Sal
Pimienta negra molida
Aceite de oliva virgen extra
En un recipiente grande, desmenuza el pan y vierte la leche sobre él. Deja que el pan se empape con la leche durante unos minutos. Una vez que el pan haya absorbido la leche, agrega los huevos batidos al bol.
Mezcla todo con las manos o un tenedor hasta conseguir una masa uniforme. La mezcla debe estar húmeda, pero sin estar demasiado empapada.
Incorpora los dientes de ajo y el perejil finamente picados a la mezcla de pan y huevos. Agrega sal y pimienta al gusto, y mezcla nuevamente hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Calienta una cantidad generosa de aceite vegetal en una sartén a fuego medio. Con la ayuda de dos cucharas, toma porciones de la masa y colócalas en la sartén caliente, dándoles forma redondeada como si fueran buñuelos.
Fríe los huevos tontos durante aproximadamente 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes por fuera y cocidos por dentro.
Retira los huevos tontos de la sartén y colócalos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
2025-01-26T11:31:15Z