NO BOTES LA SEMILLA DEL AGUACATE: CUATRO USOS QUE PUEDES DARLE

El Aguacate es fruta y verdura a la vez. Un sabor exquisito y suave a avellana y una consistencia tierna y cremosa permiten su combinación con cualquier alimento.

El aguacatero es de hoja perenne y procede originariamente de las zonas tropicales y subtropicales centroamericanas. Los árboles pueden alcanzar una altura de veinte metros, y no dan la fruta antes de los cuatro o siete años de edad.

Es una fruta con forma de pera, aunque también puede tener forma de pepino o de manzana. Su piel es verde, el tono y la textura cambian de unas variedades a otras. Tiene una pulpa cremosa y de color verde que recubre una gran semilla marrón no comestible.  

Del aguacate nos comemos la pulpa o parte carnosa, que es todo aquello verde que la fruta contiene en su interior, y desechamos su piel y su semilla, característica por ser muy grande y de color marrón.

 La semilla del aguacate tiene muchos más beneficios de los que creemos, y se puede usar de infinitas formas.

Disfrútala y obtén beneficios para tu organismo

Uno de los usos que puede tener la semilla del aguacate es para el organismo. Por tanto, incluirla en algunas recetas podría llegar a ser beneficioso para la regeneración y rejuvenecimiento de la piel, la pérdida de peso, la prevención de enfermedades cardiovasculares o la defensa frente a algunos patógenos.

En esos casos, se podría consumir mediante una infusión con agua, así como picada o rallada para condimentar algunos platos.

También se podría asar o tostar, lo que le daría un gusto más dulce a algunas recetas, e incluso moler y utilizarla a modo de especia.

Utilízala como masajeador natural

Otro de los usos de la semilla del aguacate es como masajeador natural. Su forma redonda hace que sea ideal para tratar determinadas zonas del cuerpo, como las piernas o las cervicales.

Así, tras haberla dejado secar, tan solo hay que untar con crema o aceite una parte del cuerpo, aplicarla y rodarla, haciendo que ejerza un poco de presión.

Conviértela en planta

El uso quizás más conocido que se puso de moda durante el confinamiento de la semilla del aguacate fue a modo de planta. Así, muchas personas germinan este hueso para que crezca una nueva planta, aunque tarda un tiempo en hacerlo.

Para que crezca bien, hay que sacar la semilla del aguacate, limpiarla y dejar sumergida la mitad en agua. Un buen truco es clavar unos palillos y dejarla suspendida en un vaso durante 3 o 4 semanas. Pasado este tiempo, podremos ver que le ha crecido su raíz, momento en que la tendremos que plantar en una maceta con tierra, donde también quedará mitad dentro y mitad fuera.

El último paso será cuidarla y mimarla a diario, regándola cuando sea necesario, para así ver cómo crece la planta.

Tiñe tus prendas con ella

Finalmente, si te consideras una persona moderna y ecologista, puedes utilizar el aguacate como tinte natural para teñir algunas prendas de ropa, aunque deberás tener en cuenta de no utilizar mucha cantidad para así obtener el resultado deseado.

Puedes comenzar realizando pruebas en camisetas viejas, para ver cómo queda el efecto de los taninos del líquido lechoso que contienen los huesos de aguacate. En este caso, deberás extraerlos, lavarlos a conciencia, dejarlos secar y, finalmente, ponerlos a hervir en abundante agua. Esta agua se transformará en un color intenso, donde podrás introducir tus telas y teñirlas, dejándolas siempre reposar al menos unas horas.

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