5 SECRETOS PARA PREPARAR UNA MEZCALITA PERFECTA
Aguas con el mezcal. La preparación de la tradicional Mezcalita mexicana tiene sus chucos. Para que quede perfecta, esta bebida típica mexa requiere de ciertos tips y secretitos. Y es que aunque su preparación parece sencilla -mezclando mezcal con jugo de frutas cítricas- en realidad encierra algunas claves que harán que los comensales chupen sus bigotes. Así que échale un ojo a estos 5 secretos para preparar una Mezcalita de rechupete. Con estos tips al salir de tu cocina, vas a impresionar a tus cuates haciéndoles creer que tienes manos de cantinero. ¡Arre!
Lista de ingredientes para la Mezcalita
- Mezcal
- Jugo de naranja
- Jugo de limón
- Jarabe de agave
El mezcal sí importa
El primer secreto está en elegir un buen mezcal, porque no todos los destilados de agave se llevan. Lo ideal es usar uno artesanal de Oaxaca o Guerrero, con denominación de origen. Esto le dará a tu coctel ese saborcito ahumado tan característico. Y ojo, que el mezcal joven resalta más los cítricos, mientras que uno reposado le da un toque más seco y robusto a la Mezcalita. Tú eliges según el resultado que busques.
Jugos naturales y de temporada
La siguiente clave para que la Mezcalita sepa del cielo, está en exprimir jugos frescos y de fruta de temporada. Sí, directito de la fruta a tu vaso. Nada de jugos procesados o de cajita, que le restan todo el piquete. El clásico lleva jugo de naranja y limón amarillos recién exprimidos. Pero puedes experimentar con toronja, mandarina, fresa, mango o lo que tengas a la mano. ¡Pura creatividad!
El toque mágico de la Mezcalita: la sal de gusano
Aunque opcional, echarle un pisquito de sal de gusano le da el toque definitivo a tu Mezcalita. Esta sal rosada y espolvoreada en el borde del vaso, realza increíblemente los sabores del cóctel. Conseguir la sal de gusano te puede resultar difícil fuera de México. Pero vale la pena el esfuerzo para lograr la verdadera sazón mexa. ¡Pruébala y nos cuentas!
Modera el dulzor
Una Mezcalita requiere cierto contraste entre dulce y ácido. Por eso moderar el dulzor es importante, ya sea usando pocas cucharadas de miel orgánica o jarabe de agave. Tampoco abuses del limón o la acidez tapará los matices del mezcal. Encuentra el balance perfecto entre dulce, ácido y ahumado. Esto solo se logra a prueba y error, ¡así que a experimentar!
Sirve bien fría y decora con estilo
Finalmente, una Mezcalita se disfruta bien frígida. Lo ideal es servirla en un vaso previamente enfriado, con abundante hielo. Remata decorando con una rodaja de naranja o limón en el borde. Y si eres bien radical, puedes hasta escarchar tu vaso con sal de gusano o chile en polvo.
Con estos secretos ya tienes las cartas sobre la mesa para preparar una fantástica Mezcalita digna de cualquier cantina. ¡Ponlos en práctica y avísanos cómo te fue! Provecho.