CREMA DE CALABAZA CON LA RECETA DE LA ABUELA PARA LOGRAR LA TEXTURA PERFECTA

La calabaza es un alimento tan versátil en la cocina que, con los años, se ha convertido en uno de mis básicos. Al horno, como base de una tarta, estilo patatas fritas, para formar la masa de unos gnocchis o como crema, todas las opciones son un acierto. Con una variedad de posibilidades infinitas, el resultado siempre es el mismo: delicioso. A sabiendas de que nuestras abuelas eran únicas en la cocina, hoy rescato la crema de calabaza con la receta de mi abuela, quien lograba una textura única. Aunque con los años he ido variando en algunos ingredientes para hacerla más mía, esta propuesta que os mostramos hoy es la original (e inigualable). 

Crema de calabaza con la receta de la abuela, un plato que siempre gusta

De día o de noche, las cremas de verduras siempre sientan bien. Personalmente, este tipo de plato me es tan reconfortante que me encanta tomarlo durante un día de tormenta o durante esos días de primavera que refresca más de la cuenta. Pudiéndola tomar fría o caliente, este plato es perfecto para tomar durante los 365 días del año. Además, quiere llenarnos de vitalidad. 

La dulzura de la calabaza, así como su textura, hacen que este ingrediente sea perfecto para convertirlo en crema. En función de los ingredientes que usemos lograremos un estilo u otro. Sin embargo, hoy optamos por la receta de la abuela para conseguir una textura increíble. De día, es un entrante maravilloso, de noche, la podemos tomar como único plato con la intención de saciarnos sin necesidad de tomar un plato copioso con muchas calorías.

Ingredientes para hacer la crema de calabaza

  • 1 calabaza grande (unos 1,5kg aproximadamente).
  • 2 zanahorias.
  • 1 cebolla.
  • 2 dientes de ajo.
  • 4 tazas de caldo de pollo o verduras (según cada uno).
  • 1/2 taza de nata.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva.
  • Sal y pimienta (al gusto).

Cómo preparar la crema de calabaza

Si te gusta lo que lees y quieres probar a hacerla en casa, será mejor que tomes papel y boli y apuntes todos estos pasos para que el resultado sea de estrella Michelin. Jamás un plato tan sencillo había sido tan delicioso

  1. Preparamos los ingredientes para llevarlos a cocción. Para ello, empezaremos limpiando y cortando la calabaza. Despuntaremos las zanahorias, las limpiaremos y las cortaremos. Por último, pelaremos los dientes de ajo y la cebolla.
  2. Calentaremos el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Una vez esté caliente, añadiremos la cebolla y el ajo picados. Los cocinaremos durante unos 5 minutos, hasta que logremos una textura suave y se vean translúcidos.
  3. Llegados a este punto, vamos a añadir los trozos de la calabaza y las zanahorias a la olla. Saltearemos la mezcla hasta lograr que estén ligeramente dorados.
  4. Vamos a verter el caldo (ya sea de verduras o de pollo), con la intención de cubrir todos los ingredientes. Debemos llevar esta mezcla a ebullición, y cuando lo logremos, reduciremos el fuego a medio-bajo.
  5. Dejaremos cocinar a fuego lento hasta conseguir una textura tierna de las verduras (lo que supone unos 20 o 25 minutos aproximadamente).
  6. Cuando veamos que ya están cocinadas, retiramos del fuego la olla y con un procesador de alimentos (o una licuadora), trituraremos la mezcla hasta lograr una textura cremosa, fina y suave.
  7. Si queremos un toque diferente y más cremoso, podemos añadir un poco de nata, aunque personalmente prefiero echarle un poco de leche de coco. Este ingrediente le aporta un toque thai de lo más rico.
  8. Ponemos la crema en la olla y la llevamos a fuego bajo para calentarla.
  9. Salpimentaremos al gusto y, si te has decidido añadir leche de coco, te recomiendo que añadas curry para realzar el sabor.
  10. Serviremos la crema caliente.

Tal y como os mostramos, esta receta acepta todo tipo de cambios. Si lo preferimos, a la mezcla de verduras también le podemos añadir apio. Además, podemos jugar con las especias: a mí me gusta añadirle curry, aunque el pimentón también se fusiona muy bien con los sabores.

Beneficios de la calabaza

Versátil y atemporal, la calabaza nos permite crear un sinfín de platos. Desde cremas a sopas, purés, pasteles, confituras, flanes o guarniciones. En todos los casos, este ingrediente es el gran protagonista. Además, la podemos cocinar al horno, a la plancha, hervida, salteada… Con un sinfín de beneficios para nuestro organismo, se recomienda no cocer en exceso la calabaza para no perder ninguno de sus nutrientes. Rica en fibra, proteínas, calcio, magnesio, ácido fólico, potasio y algunas vitaminas B y C, la calabaza también se la conoce por ser:

  • Antioxidante. Gracias a su combinación de minerales y vitaminas.
  • Buena para la vista.
  • Aliado para el aparato digestivo. Perfecta para combatir el estreñimiento.

Si has llegado hasta aquí, ha llegado el momento de ponernos manos a la obra. 

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